En cuanto a su patrimonio histórico y artístico, Mogarraz conserva la arquitectura serrana con un entramado de calles irregulares, estrechas y pequeñas junto con espacios y acogedoras plazas.
Conserva un cierto aire señorial que aportan los escudos de sus fachadas, pertenecientes a diversas órdenes religiosas y a la nobleza que habitó en la villa.
Las casas de arquitectura tradicional, están formadas por entramados de origen mudéjar. Se levantan con piedra, ladrillo, adobe, y sobre todo madera, materiales abundantes en la zona. Las casas más antiguas (siglos XV y XVI) son de claro estilo serrano.
En lo referente a su patrimonio cuenta con un museo etnográfico formado con los enseres y herramientas que antiguamente se utilizaban en las tareas del hogar, en la agricultura, ganadería y trabajos artesanos,...
Existe un taller de artesanía donde trabajan esmaltes sobre plata, cobre y piedras semipreciosas.
Artesanos del oro y la plata tejen hilos para crear joyas en un estilo único y secular. Junto con los artesanos que siguen trabajando el cuero en sus diversas posibilidades.
La estela romana que se conserva en el atrio de la iglesia, un puente y restos de una calzada, ponen de manifiesto la presencia de los romanos en la villa.
El castillo, cuya construcción parece anterior al siglo XV, se asienta sobre un montículo de fuertes pendientes de fácil defensa. Del castillo sólo se conserva el arco apuntalado de la entrada.
La Torre del Homenaje en cuyo interior se encuentra el Centro de Interpretación de la Reserva de Biosfera de la Sierra de Francia y Béjar.
La plaza de toros, al lado del castillo, considerada la segunda más antigua de España de trazado irregular con unos muretes de piedra y unos graderíos formados con tablones de madera. En su origen fue la plaza de armas del castillo.
La iglesia parroquial está dedicada a San Martín de Tours, lo que nos indica la influencia francesa en toda la comarca. Su conjunto es el resultado de distintas épocas y estilos, desde el siglo XIII, al siglo XVIII, cuando se finaliza su construcción.
A los pies se levanta una bella espadaña de finales del siglo XVI. En 1981 fue declarada Bien de Interés Cultural.
En su interior alberga un gran número de obras de calidad como las armaduras mudéjares del siglo XVI que cubren la capilla de la epístola y la nave central, el retablo mayor del siglo XVII con el Cristo del Miserere procedente del arruinado convento de Gracia y escultura y tablas pictóricas de gran valor.
También destaca la Plaza Mayor, con la fuente en el centro, y el edificio del ayuntamiento con planta baja porticada, antiguo palacio episcopal, alhóndiga, cárcel y carnicería.
El mesón y taberna del siglo XVI, aunque muy reformado.
La ermita de la Virgen del Socorro, patrona de la villa, en cuyas inmediaciones estaba el monasterio de Nuestra Señora de Gracia. Y la ermita del Humilladero con preciosa rejería.
En las inmediaciones hay una piscina natural en el río Canderuelo.
La Cruz de piedra con los símbolos de la pasión que recuerdan a Simón Vela.
El poblado visigodo situado en el paraje de la Legoriza a dos km. de la localidad.
En los alrededores existen unos parajes de gran valor paisajístico como La Olla, el Campanario de los Diablos o la Mierla.